Cifras para judíos y cristianos



Lo que para uno es derroche para otros es virtuosa inversión.

Amando de Miguel

Me negaba a escribir sobre algo tan banal, pero los omnipresentes coloquios con respecto al fichaje de Ronaldo me han vencido. La noticia ha dado la vuelta al globo y, pese a su semana de antigüedad, continúa siendo el Leitmotiv mediático. Sorprende pero nadie esperaba menos desde que Florentino irrumpió en Concha Espina: incluso el NY Times mantiene desde entonces a un enviado especial en Madrid para cubrir todos los movimientos de la nueva era florentina. Un eclipse total que ha saturado el panorama informativo de discusiones en el plano económico y divagaciones imprecisas que conviene aclarar con detalle:

  1. Lo pagado:

Ni el Real Madrid ha desembolsado 94 millones de euros por el fichaje, ni Ronaldo ganará tanto. Ese es el dinero que el Manchester ingresará por la venta del jugador; 93,9 para ser más exactos. Si a esto le sumamos los 10 millones que se agencia el representante del jugador, más los 13 millones de salario bruto por cada una de las seis temporadas que ha firmado, y las múltiples gestiones requeridas, el monto de la operación supera los 182 millones de euros. O sea, que ha costado casi el doble de lo que se viene diciendo.

  1. El sueldo:

Además de los cuantiosos estipendios deportivos del futbolista hay que tener en cuenta los ingresos por la explotación de los derechos de imagen. Estos, según estiman los más optimistas, rentarán unos 20 millones de euros (hasta ahora, por contratos publicitarios y demás obtiene 13 millones por año); claro, que los repartirá al 50% con el club blanco. Lo que suma un EBITDA de 23 millones por temporada para el luso; es decir, que cobrará 2.630 euritos por cada hora de vida, 73 céntimos de promedio por cada latido.

En una siesta de media hora ganará lo mismo que un currante tras un mes de madrugones. Y además, pagará los mismos impuestos. De acuerdo con la llamada “Ley Beckham”, los extranjeros contratados en España pueden tributar como no residentes (pese a serlo) durante los cinco primeros años, acogiéndose al tipo impositivo fijado para las rentas más bajas, el 24%. Raúl, por ejemplo, aun cobrando un tercio que el portugués, aporta el 43% de sus ganancias por ser español. Ronaldo pagaba en Reino Unido el 50%, lo mismo que si viviese en Bélgica o en Alemania, en Italia le supondría el 43 y en Francia el 50.

Total, que el veinteañero de Madeira sacará de su paso por Madrid 101 millones de euros limpios. A él le conceden ventajas fiscales para fiestas y Ferraris y al resto nos suben el tabaco y la gasolina…

  1. La rentabilidad:

La ofuscación pandémica causada por Pérez provoca que dispendio se traduzca por inversión. Si bien considerando las cifras anteriormente citadas, el Madrid deberá amortizar 20 millones de euros cada año que Ronaldo vista de blanco. A lo que hay que añadir el fichaje de Kaká, y los que vengan (más sus respectivas nóminas), y la deuda de 527 millones que ya arrastraban los merengues. Un difícil reto.

  1. El crédito:

Según las últimas informaciones, para la caza de estrellas, Caja Madrid le ha concedido un préstamo al Real Madrid de 76,6 millones de euros y Banco Santander ha hecho lo propio con otros 75,4. En suma 152 kilitos (sin contar los 57 que le prestó La Caixa para el aval electoral, que ya ha devuelto), 52 más de los que Pérez calculaba obtener inicialmente. Ya se supera hasta a sí mismo. Si bien algo ha fallado porque tenía planeado gastarse hasta 300 millones durante este verano en fichajes: 100 que hay disponibles en las arcas del club, más los préstamos bancarios y otro tercio que esperaba conseguir con la venta de jugadores. Sin embargo, según se rumorea, las expectativas de inversión han bajado hasta los 240 millones por los problemas para deshacerse de jugadores.

  1. La polémica:

Quede claro un aspecto: el dinero lo conseguirá Florentino, pero no le pertenece a él sino a los socios. En resumen, el Madrid funciona como una empresa privada en la que los socios son accionistas, por lo que tiene libertad para realizar los movimientos financieros que quiera. Nadie se lo impide al resto. Se plantea el binomio riesgo-rentabilidad, y la avaricia madridista ha optado por asumir mayor riesgo: la responsabilidad es únicamente de los madridistas.

El tema se presta a la demagogia e, incluso, ha llegado a hablarse del fichaje de Ronaldo en el Congreso. Alucino si esperan solucionar algo por ese camino. El club madridista está ejerciendo un derecho, y en todo momento cumple la Ley; así que es, como casi todo, opinable, cuestión de gustos, pero desde una perspectiva trivial. Que no traten de engañarnos, que el derroche merengue no es parte del problema. De hecho incentiva la circulación de capital. ¿No reclaman los economistas inversión y gasto para afrontar la crisis y el miedo que genera?

Y con respecto al sueldo estratosférico más de lo mismo. Ronaldo es único en el planeta: se requieren unas condiciones genéticas excepcionales y además mucho trabajo; que no ha llegado hasta ahí sin esfuerzos. En cambio, todas las grandes empresas sustentan consejeros dominicales y asesores por puro nepotismo, sin mérito ni función alguna, y parece que esto a nadie le molesta. El único problema se halla en el agasajo tributario, que supone un escupitajo para los principios de solidaridad y redistribución de la riqueza y esto tampoco incomoda a nadie. Pero el culpable no es ni el Madrid ni los futbolistas.

  1. El problema de fondo:

Lo peor de todo es la embriaguez de éxito y fama que envenena a un chaval que se cree rey del mundo. No por el endiosamiento en sí, sino porque todos los niños le imitan y crecen anhelando parecerse a su ídolo: un soberbio mujeriego sin escrúpulos, que puede tener lo que desee y que está en boca de todos. No le conozco, pero al menos esa es la imagen que ofrece de su vida privada. En la cual se fijan los otros jóvenes y conceden la misma importancia que al Ronaldo fenómeno del deporte y la publicidad. El verdadero problema es que se admiren esas conductas, pero allá cada cual.


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