Juguemos a las adivinanzas



La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer.

Antonio Gala

Hombre, influyente, elocuente orador bastante embaucador, patriota, militar y político con poder a escala mundial y de suficiente relevancia histórica como para aparecer en los libros de texto escolares. Aunque no siempre fue esa su vocación: en su adolescencia sitió inclinación por el arte, especialmente por la pintura, pero no tenía suficiente talento. En algún momento de su juventud se incorporó al Ejército de su país y, al conocer gentes del mundo de la política, fue poco a poco desarrollando una ideología propia. Se proponía reformar el Ejército e iniciar una lucha para construir un nuevo Estado que traspasaba las fronteras existentes.

Comenzó una lucha política para captar apoyos; lideró un Golpe de Estado fallido y pasó una temporada entre rejas por ello. No obstante poco tiempo después, ya libre, se presentó a unas elecciones de las que salió victorioso. Supo ganarse al pueblo con promesas necesarias y discursos injuriosos, a unos ciudadanos pobres en momentos de crisis que se sentían explotados por las potencias mundiales. Ya en el Gobierno elaboró reformas estructurales fundamentales, toda una revolución. Nacionalizó empresas y recursos. Se apoderó de la democracia y, valiéndose de las trampas que ofrece la Ley, cambió el sistema para acaparar poder y prolongar su mandato. Rápidamente inició una ofensa contra los enemigos de la patria. Censurador, se dispuso a eliminar la oposición e, incluso, lanzó amenazas de cierre contra sus medios. Empezó a hacer apología de su doctrina, propaganda ideológica ensalzando su figura. Todo ello amparado por el clamor popular. La última medida, un plan para el fomento de la lectura de libros ideológicos para instruir a los jóvenes y que no se desvíen; la libertad que ha de proporcionar la educación puede sacrificarse por el bien del partido y del país…

¿Adivinas ya de quién hablo? Te regalo una pista: no se trata de un loco centroeuropeo, bigotudo y bajito del siglo XX. ¿Ya? Venga te doy otra ayudita: es sudamericano, actualmente el bolivariano más transgresor en política internacional. Exacto se trata de Hugo Chávez. Quien, por supuesto, nada tiene que ver con Hitler; por muy combativo que se muestre en ciertas ocasiones no pretende invadir otros Estados soberanos ni es un genocida. No les mueven los mismos motivos. Así que cuidado con las comparaciones, que pueden resultar muy peligrosas. Pero eso sí, reflexionando un poco, sin apelar al catastrofismo, el paralelismo biográfico y las similitudes entre ambos se muestran demoledoras. Democracia no es sólo la dictadura de la mayoría, representa una serie de valores, de derechos y de libertades que han de respetarse aunque disgusten a la masa.


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