La misma piedra



La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.

Proverbio árabe

Sorprendido es poco. ¡Estupefacto! Anonadado me he quedado al enterarme de la noticia: ¡qué Florentino Pérez se presenta a las elecciones del Real Madrid! Aunque él mismo sigue sin confirmarlo. ¿Quién podría esperárselo? Si ningún medio había especulado con el rumor. Además, para mayor asombro, se anuncia cuando más hundido se encuentra el orgullo madridista con un macroproyecto para el club cargadito de antiguas figuras y galácticos de nueva generación. Ni imaginármelo podía yo esto, qué sobresalto. Desde luego, la vida resulta harto imprevisible a veces…

Esto supondría una reacción deseable. Pero obviamente, cuando llevamos casi tres meses ya con el globo sonda de Florentino, amparado por Prisa y Unedisa, sobrevolándonos a diario, nuestra capacidad de asombro al respecto ha quedado completamente anulada. Igual que se han asfixiado otras posibles alternativas; si en algún momento se plantearon (se oyó hablar de Villalonga incluso, el expresidentes de Telefónica). Una operación de publicidad encubierta, y asediante, que muestra la perversa relación entre empresas y medios; o, lo que es lo mismo, entre anunciantes y soportes. La unión hace la fuerza y por ello confluyen tres sectores dañados severamente por la crisis: la prensa, el fútbol y la construcción.

Pedro José Ramírez ha sido el mayor azote de Calderón desde su llegada (este mismo se buscó la enemistad); asimismo el alboroto anima las ventas. Y Prisa, en una situación más que delicada y sin fútbol la próxima temporada, ve en Florentino su última baza para recuperar algo de lo que Mediapro le ha arrebatado. Por eso llevamos una temporadita con Florentino, de momento sólo un chismorreo, en primera plana y abriendo los deportes en televisión, con cábalas sobre posibles fichajes, etc. Una operación de imagen pública que ya la quisiera más de un político: ahora nadie duda que Pérez se paseará triunfante en las elecciones merengues; se le aclama como el mesías blanco, el mago financiero que resucitará al equipo…

Últimamente, raro es el día que no aparece algún ilustre madridista halagando a Florentino y, casi, suplicándole que vuelva. Pronto hemos olvidado cómo resultó, en términos deportivos, la estrategia comercial del “zidanes y pavones”. Cómo se marchó Pérez del Madrid, por la puerta de atrás y con una suculenta operación urbanística (la de las torres de la Ciudad Deportiva y la sospechosa recalificación de Valdebebas) en los bolsillos. Y ahora regresa victorioso, con un aura de renovada esperanza y nostalgia de cracks…

Pero se presenta un serio problema: fichar estrellas cuesta demasiado y el club acumula una deuda de 527 millones, la mayor de la LFP. A lo cual se agrega lo de siempre: en el Madrid se vive bien y se cobra mejor, así que ningún jugador quiere irse, y el próximo año sólo terminan contrato tres (Cannavaro, Dudek y Faubert), con lo que quedan otros 23… Además, teniendo en cuenta lo pobre que está el mercado y lo abultado de los precios, que ahora mismo escasean figuras en la plantilla y que, sabiendo la desesperación por deshacerse de jugadores, cualquiera se aprovechará del Madrid ofreciéndole mucho menos de lo tasado; resulta claro que este verano poco van a ganar vendiendo…

¿Cómo se pagarán los fichajes entonces si no hay dinero? Pues con financiación, es decir, más préstamos. Lo que podemos traducir en: primero, incremento colosal de la deuda; y segundo, colección de favores que tarde o pronto tendrán que devolverse... De tal modo, es fácil augurar que Florentino tirará de crédito para traer jugadores de renombre, de los que venden camisetas hasta en China, todo a costa de ir enrojeciendo las cifras del club blanco.

Y así hasta que, en un par de años, los exorbitados pagos colapsen financieramente al Real. Entonces Pérez se descubrirá y sacará de su chistera la solución: un nuevo Bernabéu; lo cual ya planteó en su anterior mandato. ¡Vaya casualidad que el viejo campo se ubique en pleno AZCA, el Central Business District de la capital! Idóneo para que ACS levante otras tantas oficinas a muy buen precio. Y el Ayuntamiento aportará su granito, con permisos y recalificaciones acullá, porque se librará del enredo que se forma en la Castellana cada semana y, por qué no, le vendría de perlas un nuevo estadio para Madrid 2016. Y todos ganarán, aunque algunos más que otros…


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